miércoles, 23 de junio de 2010
martes, 15 de junio de 2010
se ofrece trabajo a profesores de Física
presentarse en la Escuela Normal, para tratar con la Sra. Directora Licencenciada Cristina Ferrero
domingo, 13 de junio de 2010
MUJERES DE CIENCIA
Marie Curie (1867-1934). De soltera Maria Slodowska. Nació en Varsovia (Polonia) y al terminar sus estudios de Bachillerato se fué a París para cursar estudios superiores de Ciencias. Se casó con Pierre Curie, físico muy reconocido que murió atropellado por un coche de caballos, y descubrieron conjuntamente el polonio y el radio tras una investigación genial y sufridísima. Premio Nobel de Física junto con su esposo y H. Becquerel en 1903, recibió, además, el de Química en 1911 falleciendo en 1934 víctima de una anemia perniciosa producida por su larga exposición a las radiaciones. Recomiendo encarecidamente la lectura de su biografía por contener un cúmulo de valores dignos de los mayores elogios.
PARA LEER.....
“La felicidad del cuerpo se funda en la salud; la del entendimiento, en el saber”. Tales de Mileto
Tales de Mileto (en griego Θαλής ο Μιλήσιος) (h. 639 – h. 547/6 a. C.) fue el iniciador de la indagación racional sobre el universo. Se le considera el primer filósofo de la historia, y el fundador de la escuela jonia de filosofía, según el testimonio de Aristóteles. Fue el primero y más famoso de los Siete Sabios de Grecia (el sabio astrónomo) y tuvo como discípulo y protegido a Pitágoras. Es además uno de los más grandes astrónomos y matemáticos de su época, a tal punto que era una lectura obligatoria para cualquier matemático en la Edad Media y contemporánea. Sus estudios abarcaron profundamente el área de la Geometría, Álgebra lineal, Geometría del espacio y algunas ramas de la Física, tales como la Estática, Dinámica y Óptica. Su vida está envuelta en un halo de leyenda. Fue el primer filósofo Jónico.
Salud y saber son, en efecto, los estados del cuerpo y de la mente que nos permiten alcanzar estados de felicidad, por incompletos y efímeros que sean.
Nosotros, en el siglo XXI, que sabemos que somos un complejo sistema cuerpo-mente, debemos propugnar también una sabiduría del cuerpo y una necesaria salud de la mente. Nuestro pensamiento y nuestro sentimiento emergen desde el cuerpo y la carne que somos y, de algún modo, los trascienden. Pero aún así nuestra sabiduría debe ser una sabiduría encarnada, corponeizada, “enactiva”, como afirman Varela y Maturana. Y nuestro cuerpo, un cuerpo sabio al que sepamos escuchar y mantener en su imprescindible equilibrio.